Votar por internet ya es posible en muchos ámbitos del sector privado. Y, aunque en elecciones a cargos públicos es menos frecuente, cada vez más países empiezan a permitirlo para los residentes en el extranjero, ahorrando así errores indeseados y millones de euros en correos postales.
Pero el ahorro y la precisión de los resultados no son las únicas ventajas de votar por internet en lugar de por correo postal. Los mecanismos anti coerción de las votaciones por internet son también más eficaces.
Votar por internet sin cortinillas
Para mucha gente, uno de los primeros recuerdos ligados a elecciones es el de sus padres entrando a una de esas cabinas con cortinilla que se montan en casi todos los colegios electorales. Pero, ¿qué utilidad tienen esta suerte de “probadores” de la democracia?
La idea detrás de las cabinas de votación es de facilitar a los votantes un espacio donde introducir su voto en el sobre de manera confidencial y sin presiones. Ya que el voto debe ser secreto y libre, sin que nadie nos presione para que votemos algo distinto a lo que hemos elegido.
Este tipo de presiones recibe el nombre de coerción de voto y hoy en día es un delito. Pero en el pasado fue una práctica muy común y consentida, propia del caciquismo en las democracias del siglo XIX. Y es por eso que nuestros mayores valoran tanto la presencia de las cabinas en los colegios electorales.
Sin embargo, la realidad demuestra que este sistema no ha logrado eliminar por completo las malas prácticas. Y no son pocas las historias de esbirros acompañando a electores para comprobar que no pasan por las cabinas. O las de fiestas con opíparas comilonas en las que se reparten sobres ya cerrados con la opción “más conveniente”. Las cabinas también las usan algunos dictadores para maquillar el fraude ante los observadores internacionales.
Votar por internet nos permite implantar mecanismos más eficaces contra la coerción de voto que la tradicional cortinilla. Pero antes de revisarlos, vamos a ver qué pasa con el voto por correo postal.
Votar por internet sin sobres ni papel
El voto por correo postal es peor que el voto presencial en lo que a medidas anti coerción se refiere - y en general en cuanto a medidas antifraude. El voto por internet es ya más seguro que el voto por correo postal en muchos sentidos. Especialmente por la prevención de la coerción. Veamos por qué.
En la sección anterior hemos explicado que la eficacia de las cabinas con cortinilla para evitar la coerción de voto es relativa. Pues bien, en el correo postal ni siquiera cuentas con esta medida.
Además, el proceso de voto por correo postal es tan tedioso y complicado que se da a distintos tipos de fraude. Veamos algunos:
- En ocasiones, el personal de correos te identifica a la hora de recoger los sobres con las distintas opciones de voto pero no te identifica a la hora de entregar el sobre con tu voto. Y esto ha dado lugar a casos de suplantación de identidad.
- El periodo de voto por correo postal es muy amplio, por lo que da suficiente margen de maniobra para tramas de compra de votos.
- Sólo se dispone de un sobre oficial para emitir el voto por correo postal, de manera que quien ejerce presión lo tiene fácil para comprobar que su víctima cierra el sobre con la opción indicada. Puede que no llegue a entregarlo pero tampoco podrá emitir un voto distinto.
- Como los sobres con el sentido de voto y la identificación de la persona viajan juntos, debemos confiar en que el personal de la empresa de correos mantiene a buen recaudo nuestro voto. Si no, romper el secreto de voto sería muy sencillo para un tercero interesado.
Votar por internet nos permite solucionar todas estas debilidades del voto por correo postal. Vamos a ver cómo.
Votar por internet sin amenazas
Votar por internet tiene muchas ventajas. Una de ellas es que nos permite implantar mecanismos anti coerción de voto sencillos.
Para empezar, los comprobantes de voto que se pueden descargar tras el registro del voto por internet cuentan con un hash, un código alfanumérico inalterable con el que podemos consultar si nuestro voto se ha registrado correctamente sin que se nos permita acceder a nuestro signo de voto para evitar amenazas o incentivos por parte de terceros.
Además, en los procesos más seguros, los votantes pueden sobreescribir su voto tantas veces como quieran. Esta característica, que puede generar suspicacias para los más legos en la materia, es una eficaz medida contra la coerción que se aplica, por ejemplo, en las elecciones presidenciales de Estonia.
Sobreescribir el voto es la mejor manera de desincentivar las amenazas de terceros. Ya que, por mucho que comprueben que hemos elegido la opción que nos imponen, siempre podemos sobreescribir nuestro voto posteriormente con la opción de nuestra preferencia. Podemos decir que sobreescribir el voto es la mejor cortinilla. Y sólo es posible al votar por internet.
En Kuorum llevamos desde 2013 ayudando a organizaciones públicas y privadas a implantar el voto por internet en sus elecciones y asambleas. Si tienes dudas, puedes ponerte en contacto con nosotros sin compromiso.